argentina contemporánea. En sus primeros tramos esta historia, que es la de nuestros días, se caracterizó por la tensión entre las nuevas expectativas que suscitaba la democracia para refundar las bases de la vida en común (expectativas que tan bien resumía la frase de Raúl Alfonsín “con la democracia se come, se cura y se educa”); y la pesada herencia de la dictadura.
Miles de desaparecidos, una guerra perdida, la transformación de la matriz productiva, la crisis de las instituciones estatales, y niveles de endeudamientos inéditos para nuestro país fueron algunos de los tantos efectos que produjo la última dictadura cívico militar en nuestro país. La crisis con que se cierra este capítulo, situada entre los años 1989 y 1991, muestra que no sería nada sencillo para los argentinos lidiar con esta herencia.
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